viernes, 22 de junio de 2007

El blog como entorno de aprendizaje

Podemos observar a menudo como las plataformas virtuales y otras aplicaciones Web van conquistando de manera progresiva nuestro espacio educativo y como su número crece en forma exponencial.
Estas herramientas pueden tener un objetivo común, pero responden también a distintas necesidades y usos.
Si bien a la hora de incorporarlos plenamente a nuestras prácticas seguimos topándonos con algunas dificultades, generalmente relacionadas con las posibilidades de acceso a estos recursos desde nuestras instituciones lo cual muchas veces limita la exploración de todo su potencial educativo, afortunadamente, en lo que se refiere al manejo de herramientas destinadas a publicar contenidos en Internet, podemos encontrar sistemas con nuevas funcionalidades, más dinámicas, sencillas e interactivas que ponen al alcance de cualquier usuario sin necesidad de demasiados conocimientos llevar sus ideas a un contexto más publico.
Los blogs se han convertido en exponentes de estas propuestas y han puesto la publicación de contenidos en Internet al alcance de muchos.
Por su sencillez, su formato particular, su facilidad de manejo y sus posibilidades de interacción se convierten en recursos aptos para nuestro contexto educativo, desde donde podemos imaginarnos muchas posibilidades para su utilización.
Un blog nos permitirá crear nuevos entornos y situaciones de aprendizaje, desde donde estimular a los alumnos a la autonomía, a la creatividad y por desarrollarse en un contexto más público, al protagonismo y a la participación más que a la pasividad.
Un blog puede convertirse para el alumno en el cuaderno de clase, en un portfolio donde exponer sus propios trabajos, en un diario de ruta, todo en formato Web.
De tratarse de un blog grupal, de autoría compartida puede ser un elemento importante para iniciarlos en el trabajo colaborativo pues permite y requiere de la participación activa de todos los autores en forma permanente. Esto contribuirá a ir formando su identidad como autor, su compromiso y responsabilidad a la vez que favorecerá la construcción de nuevos conocimientos desde la interacción con otros, por ejemplos fomentando el debate por medio de los comentarios, sin descuidar establecer normas claras para tal fin.
Desde lo individual también los compromete a buscar, seleccionar, verificar, transformar la información recibida en nuevo conocimiento y a la vez CREAR y compartir nueva información con espíritu crítico y reflexivo. Esto promoverá poco a poco la voluntad, el deseo y hasta la necesidad de compartir conocimiento con otros, convirtiéndose de esta forma en ciudadanos del mundo.
Desde el rol docente también puede ser una excelente oportunidad para iniciarse en el uso de las herramientas Web y convertirse en participes de las nuevas tecnologías.
Los blogs pueden ayudar a intercambiar, a compartir experiencias e inquietudes con otros docentes o bien, como se expuso anteriormente, a fomentar redes de colaboración, en este caso entre profesionales.
Crear y administrar un blog individual o colectivo con otros docentes, ayudará no solo a conocer nuevas herramientas sino además a diseñar entornos de intercambio más actuales.
Un blog inmerso en una situación de aprendizaje puede ser la plataforma ideal para acercarse a los alumnos, más allá del ámbito del aula, ofreciéndoles nuevas actividades, materiales, orientación, tutoría. Pude ser generando como espacio de diálogo y reflexión entre docentes y alumnos. Esto implicará la elaboración de objetivos, criterios y modelos de evaluación acordes a la nueva situación de aprendizaje.
Pero seguramente la inclusión exitosa del blog como herramienta a la práctica docente requerirá tener en cuenta algunos aspectos:
  • Si bien no es necesaria mucha instrucción, el docente deberá conocer los atributos de estas herramientas para poder orientar a sus alumnos en el uso de las mismas, por lo tanto debe experimentar, ensayar previamente con ellas.
  • Tener la capacidad de detectar su utilidad o no según un aprendizaje específico.
  • Promoverlo como una herramienta de aprendizaje más que con un fin en sí misma.
  • Convertirlo en un elemento tan natural, común o habitual entre los estudiantes como lo pueden ser un libro de texto o un cuaderno de apuntes.

A modo de conclusión: Es apreciable el abanico de posibilidades que pueden ofrecer los Weblogs al contexto educativo. Lo importante es poder identificar su utilidad en una situación específica de aprendizaje y poner en práctica todo el potencial creador del que pueda disponer un docente.

jueves, 7 de junio de 2007

Como las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación han modificado nuestro entorno social - Apreciación personal

Sin lugar a dudas durante los últimos años las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación han provocado importantísimos y profundos cambios en la manera en que los individuos nos comunicamos e interactuamos.
Diariamente somos testigos y partícipes del desarrollo acelerado de estas tecnologías. Desarrollos que han permitido unir lazos cada vez más fuertes entre las personas y el resto del mundo. Esta revolución tecnológica no solo ha ignorado las barreras del tiempo y del espacio, sino también ha modificado los escenarios tradicionales de toda acción humana. ¿Podemos asegurar, entonces, que el tiempo, las fronteras y las distancias entre las personas, han sido superados? En efecto, al entorno natural, físico y real al que pertenecemos y con el que nos relacionamos, se ha unido ahora otro tipo de entorno, el entorno virtual. Este nuevo escenario poblado de imágenes, íconos, figuras que provienen de diversas latitudes ha multiplicado y facilitado nuestras posibilidades de relación y comunicación con los demás, de acceso a nuevas y diversas fuentes de información, más allá de la comunidad y del entorno inmediato.
Este, apenas perceptible, dinamismo tecnológico que venimos transitando trae aparejada la necesidad de nuevos conocimientos y destrezas que permitan nuestro desenvolvimiento natural dentro de este nuevo espacio, donde convergen lo digital, lo virtual, lo electrónico, como componentes dominantes, que muchas veces superan nuestra capacidad de asimilación y acomodamiento.
El impacto generado por estas nuevas tecnologías ha sido tan importante y se ha dado con tanta celeridad que, prácticamente sin advertirlo, han invadido nuestras vidas hasta llegar a formar parte de nuestra cotidianeidad y tornarse indispensables en los diversos escenarios -sociales, laborales, educativos, domésticos, personales- en los que diariamente nos conducimos, a tal punto que resulta difícil pensar que podamos actuar prescindiendo de ellas.
Así han irrumpido en nuestras vidas primeramente la radio, el teléfono, la televisión en color, los soportes magnéticos para audio y video, el fax. Mas tarde los sistemas de digitalización, procesamiento, almacenamiento y transmisión de la información en cualquiera de sus formatos, las telecomunicaciones con las redes mundiales, como Internet y con ella la Web, el correo electrónico, los salones de chat, las bitácoras virtuales, los videologs, las wikis, los podcast, los Weblogs, los campus y aulas virtuales, las aplicaciones y soportes multimedias, la telefonía móvil con los mensajes de texto, los aparatos de TV en sus formatos más recientes, los video juegos, las video cámaras, el comercio y el dinero electrónico, entre otros.
Estas herramientas están por todas partes y han modificado nuestros ámbitos de experiencia diaria, donde las posibilidades de trabajar, estudiar, acceder a salud, comprar o vender, entretenerse son cada vez más accesibles.
Pero estas transformaciones no han sido solo materiales, no se han dado como eventos aislados, por el contrario, han sido acompañadas por cambios en el contexto cultural, educativo, económico y político. Es necesario destacar, entonces, que en esta redefinición social nuevos modelos de pensamiento, de comportamiento, de actitudes, de valores se han difundido a partir de la aparición de estas nuevas tecnologías, que se han convertido en motor de cambio de toda la estructura social. Así, por ejemplo, hasta hace algunos años atrás los ciudadanos sólo cumplíamos el papel de meros receptores de la información que recibíamos. En la actualidad participamos activamente como protagonistas, generadores o productores de esa información. A esta libertad de movimiento expresivo debemos sumarle, como rasgos distintivos de este nuevo entorno social, la globalización de la economía, la aparición de nuevos sectores laborales, la interactividad, la inmediatez de respuestas, la flexibilidad de tiempo y espacio, la omnipresencia de los medios de comunicación, la sobreabundancia de fuentes de información, la cada vez mayor tendencia a actuar en red, como es el caso de las organizaciones y empresas, en las que el capitalismo informacional y el conocimiento constituyen el nuevo activo para sus actividades, porque en este nuevo entramado social la información es sinónimo de poder. Podemos hablar así de sociedad de la información, del conocimiento, de la comunicación, del aprendizaje según la designación dada por distintos autores o pensadores contemporáneos que se han encomendado la tarea de interpretar como estas nuevas tecnologías han repercutido socialmente.
Culturalmente podemos encontrar que los referentes más importantes de las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación como Internet, el teléfono celular y usos derivados de éstos, como el chat y los mensajes de texto, han provocado un cambio sustantivo en el lenguaje, tanto escrito como oral. En este nuevo lenguaje, destacan el uso de palabras donde las vocales no existen, de abreviaciones, siglas, “emoticones” y expresiones propias de este nuevo entorno, que han superado el contexto particular del ciberespacio y han pasado a popularizarse en la vida diaria. Daría la impresión que todo lo que sucede en el ciberespacio parece haber conseguido su lugar fuera de él, en especial el lenguaje.
Por su parte, el campo educativo no ha quedado ajeno a de estas transformaciones del mundo y la sociedad actual. Las demandas que actualmente se plantean requieren que la educación deba adecuarse a los nuevos escenarios, mucho más competitivos y exigentes. Hoy la preparación necesaria para poder participar activamente de una sociedad, para acceder al primer empleo o para continuar con los estudios superiores, precisa de otros saberes y capacidades, exigencias cada vez mayores. La educación ya no puede limitarse solo a los recursos tradicionales, hoy el uso habitual de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación y el adquirir las habilidades para su manejo son necesarios, podría decirse casi imprescindibles. No es difícil encontrar, cada vez más, espacios “simbólicos o virtuales” que brindan conocimientos a varios sectores sociales valiéndose de estas tecnologías.
Quienes tenemos el compromiso de preparar para el futuro no debemos estar ajenos a estas nuevas premisas y tener en cuenta que estas nuevas tecnologías estarán cada vez más presentes. Para quienes transitamos estas estructuras sociales y para quienes lo harán en el futuro como ciudadanos activos, se hace imprescindible conocer, utilizar y valorar las posibilidades que estas tecnologías ofrecen, como recursos para mejorar los propios aprendizajes, desarrollar estrategias y potenciar distintas habilidades que se conviertan en medios sociabilizadores. El desconocimiento en su manejo y aplicación excluye, poco a poco, de una sociedad, aunque cueste aceptarlo, cada vez más tecnológicamente organizada.
No puedo cerrar estas apreciaciones sin antes hacer referencia a lo que considero una de las características distintivas de este fenómeno originado por el surgimiento de las nuevas tecnologías y al que algunos han dado en llamar Sociedad de la Información y el conocimiento, la desigualdad. Mientras algunas naciones o sectores sociales tienen mayores posibilidades de acceso a este tipo de tecnologías entre sus ciudadanos, en otros sectores más marginados esta posibilidad sigue siendo aún lejana. Esta desigualdad de posibilidades ha venido a unirse a las ya existentes en cuanto a políticas económicas y sociales se refiere, si bien es cierto que en los últimos años hemos observado cierta preocupación por parte de algunos estados en acortar esta “brecha” entre ciudadanos y tecnologías.
Particularmente considero que la construcción de una Sociedad de la Información que integre e involucre de manera equitativa a todos los sectores sociales requiere no solo del compromiso de los estados sino además de la sociedad civil en general, solo así podremos considerarnos como ciudadanos verdaderamente protagonistas de esta sociedad en permanente construcción.